TERTULIA VESPERTINA

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miércoles, 25 de julio de 2007

30 víctimas de la violencia acudieron al Salón elíptico del congreso de la república a contar su tragedia. Entre sollozos, voces cortadas, algunos con rezagos de las heridas provocadas por los victimarios; transcurrió la sesión del congreso.


Indígenas, comunidades negras, desplazados, secuestrados, familiares de congresistas en cautiverio, victimas de masacres. Todos testigos de una cruda realidad que reclamaban a los mal llamados "Padres de la Patria" justicia y reparación.

Y muchos de esos "padres de la patria", padres desalmados e indiferentes, fueron los que abandonaron el recinto, dejando a tras los testimonios inagotables y desgarradores de las víctimas de una violencia absurda y excesivamente cruel.

Hace poco el congreso en pleno y con atención, escuchó a los victimarios, a los líderes paramilitares. Hoy se niegan a oír a las victimas, se niegan a actuar y en acto cínico niegan el mismo conflicto armado.

Los pocos congresistas que escucharon a las víctimas eran de la bancada de los partidos Liberal y del Polo Democrático, ambos partidos de oposición. Hasta cuando el gobierno y la coalición pensaran que los testimonios de las víctimas y el acuerdo humanitario son banderas de oposición. Hasta cuando la justicia será para los victimarios y no para las victimas. Hasta cuando.

sábado, 16 de junio de 2007

En el argot de los congresistas el término mico, se aplica para designar a todo proyecto de ley, que pretende colarse en la legislación y favorecer intereses particulares, gracias a su ambigüedad.

Y es que uno de estos perversos animalillos, atacó de nuevo en una sesión del congreso. Pedro Nelson Pardo un congresista del partido de coalición "Alas Equipo Colombia" ( cuya dirigencia estuvo a cargo de Álvaro Araujo, hoy detenido y acusado de concierto para delinquir y secuestro) radicó a última hora un proyecto de ley que convertía el delito de concierto para delinquir en el delito político de sedición, un delito indultadle y excarcelable.

Es oportuno recordar que el delito de concierto para delinquir es el que se le imputa a los parlamentarios que colaboraron o fueron elegidos con intervención de grupos paramilitares.

El mico parlamentario se hundió, pero la polémica y el disgusto por un nuevo intento de burla a la ley y a la constitución han retumba en la opinión pública.