Según las declaraciones de la organización no gubernamental Amnistía Internacional en su página Web, Colombia es un país peligroso para ejercer la labor sindicalista.

Para la organización humanitaria dedicada a proteger los derechos humanos, el proceso de desmovilización de paramilitares en Colombia es ficticio, pues son estos agentes del conflicto los que hostigan a los sindicalistas en el país.

Según la organización, agentes políticos y paramilitares impiden la defensa de los derechos de los trabajadores en el país.

A las declaraciones de AI se suman las preocupaciones del partido Demócrata de los Estados Unidos que ve en las condiciones laborales del país un obstáculo para la aprobación del TLC.

Ante las declaraciones de AI salió de forma impetuosa el Gobierno Nacional a descalificar las criticas, tan impetuoso como cuando el Presidente descalifica a la oposición, la señala de guerrilleros o cuando desmerita las marchas de los trabajadores y califica de mentirosos a quienes no comparten políticas como la Ley de transferencias o el Plan Nacional de Desarrollo.